Siguiendo con el repaso de las escapadas de viaje y teniendo en cuenta que este año tiene muchos fines de semana largos voy a intentar contarles mis mini vacaciones en Río de Janeiro. Desde ya les adelanto que el lugar es increíble y que vale la pena visitarlo.
Un punto importante es que los hoteles son caros así que les aconsejo que se tomen su tiempo para hacer la búsqueda. En Brasil esta la cadena Mercure (pare en Puerto Alegre y en Sao Pablo), los Tulip o Golden Tulip y una amiga me recomendó el Mar Ipanema (era re lindo pero estaba agotado).
Yo estuve en el Atlántico Copacabana (zafa), en el Royal Tulip frente a las playa de Sao Conrado (es espectacular pero un poco lejos) y en el Sheraton de Barra (también lejos si la idea es pasear). Si tienen tiempo pueden chusmeen el Hotel Fasano y el Hotel Copacabana Palace, son lo más.
Para llegar viajé por Pluna (ya no está más) pero sino vuela Aerolíneas, Tam y Gol entre otros. Actualmente Gol tiene una promoción por alrededor de 2.016 pesos.
Río es famosa por su costanera con sus pisos blanco y negro (y obvio por sus playas) así que arrancamos el día recorriéndola, partimos de Copaccabana pasamos por Ipanema y llegamos hasta Leblon. En el camino te cruzas con miles de turistas y locales en bici, corriendo, haciendo deporte en los aparatos de gimnasia y es un espectáculo en sí mismo. Luego si el día acampaña pueden aprovechar sus playas, bajar en alguno de sus paradores, tomarse un agua de coco y comerse un pastel de camarón en un puestito.
Ipanema y Leblon son barrios que vale la pena recorrer tanto de día como de noche, por sus tiendas, sus galerías, sus bares y restaurants. Recorrimos de punta a punta la Rua Visconde Pirajá en Ipanema, la Rua Angélica, la Galería Ipanema Secreta y esta bueno detenerse en el bar donde Venicius de Moraes escribió la Garota de Ipanema y tomarse un café.
En Leblon paseamos por la Av. Ataulfo de Paiva y la Rua Dias Ferreira y otro alto fue el Shopping Leblon ahí se encuentra Farm y Maria Filo dos marcas brasileras que me encantan. También les recomiendo las cremas y productos de Farmacia Granados (en Leblon hay una sucursal).
En Leblon paseamos por la Av. Ataulfo de Paiva y la Rua Dias Ferreira y otro alto fue el Shopping Leblon ahí se encuentra Farm y Maria Filo dos marcas brasileras que me encantan. También les recomiendo las cremas y productos de Farmacia Granados (en Leblon hay una sucursal).
Para cenar hay miles de opciones nosotros elegimos Zazá Bistro pero pueden elegir el que más les guste y otro paseo que no tienen que perderse es la Lagoa Rodrigo De Freitas, a la tardecita es hermoso.
Otro día fuimos a recorrer la parte histórica, el Palacio Imperial, el Teatro Municipal, la Catedral Metropolitana, con su forma cilíndrica y sus cristales. Luego tomamos un colectivo, ya que el bondinho, tranvía antiguo, no estaba funcionando, hasta el barrio de Santa Teresa, un barrio que se encuentra arriba de un morro y que tiene mucha onda. Con sus calles adoquinadas, caserones abandonados, locales de artesanías, bares y restos.
A la noche muchos van a Lapa, donde hay barcitos y se arma la movida joven, no fui pero dicen que si vas y venís en taxi no hay de que preocuparse. Un amigo me recomendó Río Escenario. Sino pueden optar por una cena y caminata por la Av. Atlántica donde hay restaurants y también se encuentra una sede de Café del Mar.
Para terminar el recorrido en la ciudad fuimos al Pan de Azúcar. Cabe aclarar que tanto el Cristo en el Cerro Corcovado como al Pan de Azúcar son dos obligados de Río, nos costó elegir pero por una cuestión de tiempo fuimos solo al Pan de Azúcar y subimos en el teleférico cerca del atardecer para ver la ciudad iluminada. Una linda experiencia.
Otros lugares para ir y que también nos quedaron afuera ya que decidimos irnos 2 días a Barra del Tijuca a hacer playa fueron el Museo de Arte Contemporáneo de Niteroi y el Jardín Botánico, que dicen que están muy buenos.
Cuando ir: en cualquier momento del año, obviamente en verano es mejor y también pueden aprovechar para ir en época de Carnaval pero ojo que es más caro y ni hablar en año nuevo donde los precios se van a las nubes porque festejan la conocida Reveillon.
Por último espero que les sirva y que vayan, yo ya estoy pensando en volver!
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