El Mirasol Campo y Mar
Llegamos hasta acá gracias a un voucher de Valija Chica por lo tanto nos esperaba un menú fijo (por suerte porque los precios de la carta eran excesivamente altos según mi parecer). Sumar puntos con membresías, tarjetas de crédito, programas de millas, supermercados, etc etc tiene sus privilegios y entre ellos nos ligamos esta cena.
La misma consistía en una entrada, un plato principal, un postre y una gaseosa o agua por persona y una botella de vino para la mesa.
Entre las opciones elegimos empanadas y croquetas de salmón de entrada y luego el mero y picahha para probar un poquito de "Campo y Mar".
Todo correcto pero nada sorprendente, igual estuvo buena la idea, dimos un paseo un paseo al lado del río y sacamos fotitos.
El clásico Rodizio: LLegamos hasta ahí invitados por mi jefa que anticipándose a los festejos de fin de año nos convocó en Puerto Madero.
Ya en el lugar pudimos degustar todo tipo de entradas que estaban dispuestas en una mesa larga y luego comenzaron a pasar los mozos ofreciéndonos los diferentes cortes de carne, cerdo y pollo, que acompañamos con vino y gaseosas durante toda la noche.
La verdad no soy muy amante de los tenedores libres porque uno come hasta empacharse pero valió la pena el encuentro! Gracias Moni!